Los Tres Enemigos de Hiram: Ignorancia, Fanatismo y Ambición

Visualicemos, mis QQ∴ HH∴, a Hiram al mediodía. El Sol en su cenit. El Maestro solo en el Templo, orando. Tres compañeros lo esperan en las tres puertas. Cada uno lleva un instrumento de construcción. Pero hoy, esos instrumentos no construyen, sino que destruyen.

Lavagnini pregunta: “¿Quién puede confesarse, efectivamente, inmune de toda complicidad con estos tres constantes enemigos de la Institución?”

La pregunta no es retórica. Es un espejo. Los tres asesinos no vienen de afuera, sino que viven adentro. Y todos los días, con la mejor intención, los alimentamos.

Anatomía del Crimen Interior

El Primer Enemigo: La Ignorancia

Arma: Regla de veinticuatro pulgadas Golpe: A la garganta (expresión). Cae en la espalda (paralización del brazo derecho). Puerta: Sur (luz meridiana).

Lavagnini escribe: “¿Quién puede decir que no ha tramado con la Ignorancia, asestando por medio de la regla arbitraria contra sublimes finalidades?”

Descodificación de la Ignorancia

La regla mide, pero sin sabiduría se vuelve arbitraria. Somos ignorantes cuando:

• Juzgamos símbolos que no comprendemos.
• Imponemos nuestra comprensión limitada como universal.
• Confundimos forma con esencia.
• Repetimos rituales sin buscar su significado.

Conexión Masónica y Dogma

Como Aprendiz aprendimos la regla para medir nuestro trabajo. Pero si medimos sin comprender, la regla se vuelve dogma. El dogma paraliza el brazo derecho (acción) y la garganta (expresión de la verdad).

Antídoto: Lavagnini es claro: “Perseguir la Ignorancia por medio del estudio, la meditación, la instrucción”. No basta leer, hay que entender. No basta entender, hay que enseñar. El conocimiento sin comunicación es ignorancia guardada.

El Segundo Enemigo: El Fanatismo

Arma: Escuadra de hierro Golpe: Al pecho (corazón, principio fraternal). Puerta: Occidente (apariencia, dualidad, rigidez).

Lavagnini pregunta: “¿Quién está libre de la intolerancia, vibrando con la escuadra de hierro por la condenación de opiniones distintas, un golpe dirigido al propio corazón de la Institución?”

Descodificación del Fanatismo

La escuadra verifica rectitud, pero sin tolerancia se vuelve juez inexorable. Somos fanáticos cuando:

• Condenamos lo diferente sin comprenderlo.
• Exigimos uniformidad en lugar de armonía.
• Creemos que nuestra verdad es LA verdad.
• Cerramos la puerta a nuevas perspectivas.

Conexión Masónica y Tolerancia

Como Compañero aprendimos la escuadra para verificar nuestro trabajo. Pero la escuadra masónica tiene compás arriba, la comprensión amplia que abraza. Sin compás, la escuadra golpea el corazón (principio fraternal).

Inferencia: El Fanatismo nace del miedo a que nuestra estructura mental se derrumbe. Por eso defendemos con pasión (hierro) lo que en realidad desconocemos. Es Ignorancia disfrazada de certeza.

Antídoto: Lavagnini dice: “Abrir nuestro corazón a la tolerancia por medio del compás de una más amplia comprensión”. El compás rodea la escuadra. La comprensión contiene el juicio. La tolerancia no es debilidad, es fuerza que abraza.

El Tercer Enemigo: La Ambición

Arma: Mallete Golpe: A la frente (golpe mortal, sede de la inteligencia superior). Puerta: Oriente (donde debería estar la Luz, pero hay tiniebla).

Lavagnini pregunta: “¿Quién ha dominado su Ambición, y está cierto de no cooperar con la herida del mallete fatal, que destruye el Espíritu verdadero de la Masonería?”

Descodificación de la Ambición

El mallete ejecuta la voluntad, pero sin amor se vuelve violencia egocéntrica. Somos ambiciosos cuando:

• Buscamos título sin trabajo interior.
• Usamos la Orden para beneficio personal.
• Ponemos nuestro ego antes que la Obra.
• Medimos el éxito por reconocimiento externo.

Conexión Masónica y Propósito Puro

El mallete del Venerable Maestro dirige la Logia. Pero si lo usamos para imponer nuestra voluntad (no la del G∴A∴D∴U∴), el mallete mata a Hiram en la frente, sede de la inteligencia superior.

Enseñanza clave: Lavagnini señala que los tres asesinos se identifican en la raíz “yubel”. Esta significa “río” o “señal”, la corriente de la vida y de los intereses materiales. La Ambición es el río que arrastra todo hacia lo material, lejos del espíritu.

Antídoto: Lavagnini escribe: “Esforzarse para que nuestra actividad sea constantemente inspirada por el Amor y dirigida al Bien de la Orden”. El Amor es el salario del Maestro. No es sentimentalismo. Es la voluntad dedicada al servicio.

La Paradoja Central: Instrumentos de Construcción o Destrucción

Lavagnini dice algo brutal: “Los tres grados simbólicos constituyen los mismos asesinos del Maestro Hiram”.

¿Qué significa esto? Los instrumentos de construcción, mal usados, son armas de destrucción. La Masonería misma puede matar a Hiram (el Ideal) cuando:

• Estudiamos sin comprender (Ignorancia).
• Ritualizamos sin sentir (Fanatismo).
• Escalamos sin servir (Ambición).

El problema no es la Orden. Somos nosotros. Los asesinos viven adentro.

Aplicación Práctica: Autodiagnóstico Real en la Vida Profana

Autodiagnóstico Real: Esta semana, identifiquemos cuál de los tres enemigos domina nuestra vida cotidiana:

• Test de Ignorancia: ¿Cuántas veces dimos una opinión sobre algo que no estudiamos a fondo? ¿Repetimos argumentos sin verificar? ¿Actuamos sin comprender las consecuencias?
• Test de Fanatismo: ¿Cuántas veces condenamos algo diferente sin intentar comprenderlo? ¿Defendemos nuestras creencias con más pasión que curiosidad? ¿Rechazamos gente que piensa distinto?
• Test de Ambición: ¿Cuántas decisiones tomamos por lucimiento en lugar de por servicio? ¿Buscamos reconocimiento cuando hacemos bien las cosas? ¿Nos molesta que otros reciban crédito?

El que más nos cueste reconocer es el que más nos domina.

Caso Práctico: En el trabajo, cuando surge un conflicto o una decisión difícil, preguntémonos: ¿Estamos ignorantes de los hechos? ¿Estamos siendo fanáticos sobre nuestra posición? ¿Estamos siendo ambiciosos con el crédito?

Aplicación Práctica: La Pregunta Antes de la Tenida

Antes de cada tenida, hagámonos las tres preguntas del texto:

1. ¿Venimos a entender o solo a cumplir? (Ignorancia) ¿Preparamos el trabajo? ¿Buscamos comprender o solo asistir?
2. ¿Venimos a escuchar o solo a juzgar? (Fanatismo) ¿Abrimos nuestro corazón a perspectivas distintas? ¿Toleramos interpretaciones diferentes a la nuestra?
3. ¿Venimos a servir o solo a figurar? (Ambición) ¿Nuestra motivación es el bien de la Logia o nuestro reconocimiento personal?

Si no pasamos las tres preguntas, mejor quedarnos en casa. No alimentemos a los asesinos en el Templo.

Conexión con Planchas Anteriores

En la primera plancha vimos cómo los Tres Asesinos matan a Hiram (el Ideal). En la segunda plancha reconocimos nuestra complicidad en el Juicio Inicial. Aquí, en la tercera plancha, vemos cómo operan específicamente en nuestras vidas.

Ignorancia, Fanatismo y Ambición no son figuras abstractas. Son nuestros patrones de pensamiento. Son cómo actuamos. Son cómo somos, ahora mismo.

Reflexión Final: El Enemigo y el Salvador

Mis QQ∴ HH∴, Hiram no murió hace tres mil años. Muere hoy, cada vez que:

• Repetimos rituales sin buscar su sentido (Ignorancia).
• Rechazamos interpretaciones distintas a la nuestra (Fanatismo).
• Usamos el mandil como currículum (Ambición).

Pero hay buena noticia: Si somos los asesinos, también podemos ser los salvadores. Los nueve maestros que resucitan a Hiram son nuestras mismas facultades transformadas:

• Ignorancia → Fe Iluminada (conocimiento de lo Real).
• Fanatismo → Esperanza (comprensión y tolerancia).
• Ambición → Amor (servicio desinteresado).

La transmutación es posible. Pero debe comenzar ahora.

Pregunta para reflexión personal: De los tres enemigos, ¿cuál vamos a enfrentar primero esta semana? No es una pregunta teórica. Es un compromiso con nosotros mismos.

Esa es nuestra primera transmutación.

Que la Ignorancia se vuelva Fe Iluminada.

Que el Fanatismo se vuelva Esperanza.

Que la Ambición se vuelva Amor.